Desde Wawel vamos caminando hasta Kazimierz, el antiguo barrio judío de Cracovia. Aquí vivían muchas familias judías que durante la 2ª Guerra Mundial fueron sacadas de sus casas por los nazis para llevarlas a vivir al gueto que se creó en el cercano barrio de Podgorze. Tras la guerra, el barrio quedó en decadencia hasta que a raíz de la película "La lista de Schindler", se empezó a recuperar llegando a ser un barrio popular entre los jóvenes con restaurantes Kosher, museos y donde se mantienen siete sinagogas.
Primero nos encontramos con la Sinagoga Tempel que es la más nueva de Cracovia ya que fue construida en el siglo XIX por judíos progresistas. La vemos solo por fuera ya que preferimos entrar en otras, hay que pagar entrada. Seguimos paseando en dirección a otra sinagoga y por el camino, nos encontramos con la calle Szeroka en el corazón del barrio donde podemos ver muchos restaurantes judíos que son llamados Kosher.
Sinagoga Tempel |
Calle Szeroka |
Siguiendo por esta calle nos encontramos con la Sinagoga Remuh, es la más pequeña del barrio y la única que se mantiene activa en Cracovia. Para visitar la sinagoga y el cementerio hay que comprar una entrada que nos cuesta 5 zlotys (1'14€) a cada uno y a los hombres les dan un kipá que es el gorrito judio que se han de poner en la cabeza. Primero vamos a ver el antiguo cementerio judío que fue muy dañado por los nazis quienes rompieron muchas de las lápidas y hasta se llevaron algunas para usarlas como losas para el suelo (en la película "La lista de Schidler" esto se ve en algunas imágenes, os la recomiendo).
Si os fijáis, sobre las lápidas del cementerio la gente deja piedrecitas en lugar de flores ya que éstas no se marchitan y duran para siempre en el tiempo. Este cementerio se utilizó hasta el año 1800 y más tarde después de la guerra, se reconstruyó y con los trozos de lápidas rotas hicieron el muro alrededor del cementerio llamado Muro de las Lamentaciones.
Salimos del cementerio y aunque el lugar es pequeño nos cuesta encontrar la entrada a la sinagoga ya que la puerta de acceso está llena de materiales de construcción y un lavabo. Como no vemos otra entrada nos metemos por aquí, resulta que están en obras!. Ya dentro podemos ver alguna cosa pero está todo con andamios, que pena, el techo se ve muy bonito.
Seguimos paseando unos minutos hasta llegar a la Sinagoga vieja o Stara Synagoga que es la más grande de Kazimierz y la más antigua de toda Polonia ya que se construyó en el siglo XV por los judíos checos. Durante la 2ª Guerra Mundial se usó como almacén quedando muy deteriorada. Luego la restauraron y ahora se encuentra aquí el Museo de historia y cultura judía de Cracovia.
La entrada nos cuesta 8 zlotys (1'82€) a cada uno y nos dan una hoja con información de lo que vamos a ver, tienen en todos los idiomas. El interior está todo reformado pero es bonito, podemos ver expuestos diferentes objetos religiosos judíos y el altar o bema reconstruido.
Aquí terminamos la visita al barrio de Kazimierz y cruzamos el río Vistula por uno de los puentes que hay. Al otro lado, se encuentra el barrio Podgorze donde estaba el antiguo gueto judío que crearon los nazis en 1941 para "limpiar la ciudad". Es la hora de comer así que intentaremos buscar algun restaurante por la zona y luego seguir la visita.
Al poco de caminar, nos encontramos con la Plaza de los Héroes del Gueto que está salpicada de sillas de bronce como monumento dedicado a los judíos que llegaban aquí tras haber sido obligados a abandonar sus casas con sus pertenencias a cuestas. En esta plaza se seleccionaba a los judíos que serían llevados a los campos de concentración.
Seguimos nuestra búsqueda de algun lugar para comer pero por la zona solo nos topamos con un restaurante lleno de gente y con mucho rato de espera para que nos cojan. Visto lo visto, decidimos buscar la Fábrica de Schindler y comer tras visitarla. El lugar está cerca, a menos de 10 minutos caminando, pero si no lo sabes está un poco liado llegar ya que hay que pasar por un túnel bajo las vías del tren. Una chica muy amable que nos ve mirando el mapa nos da unas indicaciones muy buenas y llegamos sin problema.
Fábrica de Schindler |
La entrada cuesta 21 zlotys (4'78€) y os recomiendo su visita ya que dentro hay una exposición permanente muy interesante llamada "Cracovia bajo la ocupación nazi entre 1939 y 1945". Esta fábrica se hizo famosa por la película de Steven Spielberg "La lista de Schindler" que os recomiendo ver a ser posible antes de viajar a Cracovia (abajo os pongo el trailer original de la película). La película cuenta la historia de Oskar Schindler, perteneciente al partido nazi, quien en busca de negocio compró una fábrica de ollas y empezó a contratar a judíos polacos como mano de obra barata. Poco a poco, se fue dando cuenta de que así salvaba a sus trabajadores de una muerte segura en los campos de concentración y su inicial interés económico pasó a ser el de salvar vidas. Llegó a salvar a 1.300 judíos que estaban incluidos en su lista de trabajadores.
Durante el recorrido por lo que fue el edificio de la fábrica (no esperéis ver la fábrica en sí), se exponen fotografías, objetos y mucha información interesante escrita en inglés. Todo esto sirve para hacerte una idea de lo que los judíos polacos vivieron en Cracovia hasta que acabó la guerra con la liberación comunista de los rusos. Veréis cruces esvásticas hasta en la sopa, mejor dicho, hasta en el diseño de algunas baldosas del suelo!.
Podemos ver el despacho de Oskar Schindler con su escritorio. En la sala de al lado encontramos una mesita con una máquina de escribir, suponemos que ésta fue la máquina con la que el contable de Schidler, un judío polaco llamado Itzhak Stern, hizo la famosa lista de trabajadores.
Escritorio de Oskar Schidler |
Hemos hecho la visita bastante tranquilos ya que la gente está comiendo, al salir del museo vemos llegar a grupos grandes de gente, si podéis ir a una hora que preveais que no habrá mucha afluencia para poder hacer mejor la visita ;-)
Pues de aquí nos vamos directos al restaurante que vimos antes y ahora está ya vacío!. Comemos súper tranquilos, yo quiero probar la típica sopa de champiñones dentro de un pan pero nada, aquí tampoco la sirven así, yo no me voy de Cracovia sin catarla eh, jejeje. La comida nos sale por 66 zlotys (15€) los dos.
Ya en la Plaza del Mercado nos ha anochecido y la zona tiene un encanto especial con las luces encendidas. Hay mucho movimiento dentro del Mercado de Paños y en los puestos de comida de la calle. Probamos por fin el Oscypki, el queso ahumado típico que vimos esta mañana en los puestos. Cogemos uno pequeño con mermelada para probarlo, nos cuesta solo 4 zlotys (0'90€) y aunque a mi me encanta el queso, este sabe excesivamente a ahumado y su textura es como de goma, la verdad es que esperábamos otra cosa... no nos ha gustado nada. Igualmente, si vais probar uno así pequeñito por si a vosotros os gusta.
Oscypki |
Sigue leyendo aquí nuestro cuarto día de viaje.
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