Hoy haremos una excursión desde Caen hasta la zona de acantilados de Étretat, salimos temprano para no encontrarnos con muchos turistas y poder aparcar bien. Pasamos por el gran Puente de Normandía que une las ciudades de Honfleur y Le Havre separadas por el río Sena ya en su desembocadura. En Le Havre no pararemos ya que por lo que nos hemos informado no tiene mucho interés, a Honfleur sí que le haremos una visita a la vuelta.
El puente mide más de 2 km de largo aunque la parte colgante es de 856m. Cada vez que se cruza hay que pagar 5,40€, nosotros lo tenemos que hacer dos veces, a la ida y a la vuelta. Circulando por el puente hay un tramo donde se ve una pendiente importante y una vez que ya lo hemos cruzado, vemos otra carretera con otro desnivel también impresionante!.
Hoy el día está muy feo y hace frío, ayyy a ver si nos va a llover en pleno acantilado!. Llegamos a Étretat situado en la Costa de Alabastro que se extiende por 130 km y donde hay vertiginosos acantilados blancos y playas con guijarros en lugar de arena. Aparcamos en una zona gratuita a unos 10 minutos andando de los acantilados. Pasamos por el centro del pueblo donde están poniendo un mercadillo por las calles, de vuelta nos entretendremos más por sus calles.
Llegamos a la zona de la playa y ya vemos los impresionantes acantilados, wauuuu!. No me extraña que pintores como Monet vinieran a esta zona para pintar estas maravillas de la naturaleza. De cara al mar, a nuestra izquierda está Falaise d'Aval o Ojo de Aguja y a la derecha vemos a Falaise d'Amont con una pequeña iglesia en su cima, falaise en francés significa acantilado.
Primero vamos a subir a Falaise d'Amont, está bien indicado cual es el acceso que lleva a un sendero con escalones que es por donde se asciende (si os fijáis en la foto de arriba se ve el sendero). Conforme vamos subiendo las vistas cada vez son mejores!.
Una vez arriba nos encontramos con la pequeña Capilla de Notre Dame de la Garde a la que no se puede entrar. Vemos que aquí al lado hay un aparcamiento así que debe haber la posibilidad de subir en coche aunque tiene más encanto hacerlo a pie. Las vistas desde aquí son maravillosas con el acantilado Falaise d'Aval al fondo y todo el pueblo de Étretat a nuestros pies.
Seguimos andando y encontramos otro sendero de escalones que baja hasta el nivel del mar. Os aconsejo seguirlo por las bellas imágenes que hay pero se tiene que tener cuidado ya que algunos tramos son de escalones en la roca más irregulares.
Ahora nos vamos hacia Falaise d'Aval, el otro acantilado. Antes de empezar a subir por la escalera de acceso, vemos que hay unos Bunkers de la II Guerra Mundial que construyeron aquí para prevenir el desembarco de tropas aliadas. Hay paneles informativos donde podemos ver que estan formados por la zona del cañón, el puesto de observación unido por un túnel y la zona de ametralladoras.
Subiendo por el camino que hay hasta arriba del acantilado nos vamos encontrando con varios miradores donde hacer alguna paradita y contemplar el impresionante paisaje. Al final se ha arreglado el día, hasta está saliendo el sol y empieza a hacer calor. Este acantilado tiene un gran arco natural de más de 70m de alto formado por la erosión del mar y del viento, justo detrás está el pico llamado Aiguille d'Étretat que llega a medir unos 50m. Si seguís andando por el sendero lo podréis ver por el otro lado.
Justo desde esta posición y mirando a la izquierda, nos encontramos con otro gran arco llamado Manneporte, también impresionante!. Seguimos el paseo hasta él para descubrir que hay detrás. continúa el acantilado blanco que destaca con el verde de la hierva y el azul del mar, una maravilla vamos. Sin lugar a dudas si venís a Normandía no os podéis perder este lugar.
Hacemos el camino de vuelta hasta la playa y esta vez vamos por un sendero que pasa junto a un campo de golf. Vemos el pueblo de Étretat al fondo creando una imagen muy chula, solo faltan las vaquitas pastando por allí, jejeje
Ya estamos abajo y paseamos un poco por la playa aunque es complicado ya que en lugar de arena hay guijarros. Está prohibido coger estas piedras ya que son una protección natural que preserva al pueblo de inundaciones durante tempestades y limitan la erosión de los acantilados. Llevarse guijarros pone en peligro este litoral y está penado con una multa de 90€.
Ya es hora de comer así que buscamos un buen lugar donde cocinen los típicos moules frites que son mejillones con diferentes tipos de salsas a escoger y patatas fritas. Escogemos un restaurante que hay en el paseo marítimo, todo un lujo comer aquí con el acantilado al fondo, wauuu!. Nos pedimos los moules normande, una galette y sidra que nos sale por 28'30€.
Ya con las barrigas llenas nos damos un paseíto por el pueblo de Étretat, muy animado lleno de restaurantes con terracitas, tiendas y unas casas preciosas. Aquí vemos las típicas casas normandas de entramado de madera que parecen sacadas de un cuento.
Aquí podréis comprar la típica sidra en sus variedades brut o dulce y el Calvados que es un brandy de manzana típico de esta región normanda que lleva ese mismo nombre. Paseando por el pueblo vemos un trenecito turístico que lleva junto a la Capilla de Falaise d'Amont, es otra opción de subir para quien tenga algun problema de movilidad, si no lo tenéis... ir andando que hay que hacer ejercicio, jejeje.
Aquí finalizamos nuestra visita a Étretat, nos ha encantado!. Os la recomendamos 100%, es de visita obligada si estáis por el lugar. Volvemos a la zona de aparcamiento que ahora está llena de coches, si no queréis encontrar a mucha gente por todos sitios ni tener problemas de párquing ir pronto, disfrutaréis más ;-)
Volvemos a cruzar el Puente de Normandía y en unos 45 minutos estamos en Honfleur, un pueblo marítimo precioso en la desembocadura del Sena que será nuestra siguiente parada...
Sigue leyendo aquí la continuación del día 5: Honfleur.
El puente mide más de 2 km de largo aunque la parte colgante es de 856m. Cada vez que se cruza hay que pagar 5,40€, nosotros lo tenemos que hacer dos veces, a la ida y a la vuelta. Circulando por el puente hay un tramo donde se ve una pendiente importante y una vez que ya lo hemos cruzado, vemos otra carretera con otro desnivel también impresionante!.
Hoy el día está muy feo y hace frío, ayyy a ver si nos va a llover en pleno acantilado!. Llegamos a Étretat situado en la Costa de Alabastro que se extiende por 130 km y donde hay vertiginosos acantilados blancos y playas con guijarros en lugar de arena. Aparcamos en una zona gratuita a unos 10 minutos andando de los acantilados. Pasamos por el centro del pueblo donde están poniendo un mercadillo por las calles, de vuelta nos entretendremos más por sus calles.
Llegamos a la zona de la playa y ya vemos los impresionantes acantilados, wauuuu!. No me extraña que pintores como Monet vinieran a esta zona para pintar estas maravillas de la naturaleza. De cara al mar, a nuestra izquierda está Falaise d'Aval o Ojo de Aguja y a la derecha vemos a Falaise d'Amont con una pequeña iglesia en su cima, falaise en francés significa acantilado.
Falaise d'Aval |
Falaise d'Amont |
Primero vamos a subir a Falaise d'Amont, está bien indicado cual es el acceso que lleva a un sendero con escalones que es por donde se asciende (si os fijáis en la foto de arriba se ve el sendero). Conforme vamos subiendo las vistas cada vez son mejores!.
Subiendo a Falaise d'Amont |
Una vez arriba nos encontramos con la pequeña Capilla de Notre Dame de la Garde a la que no se puede entrar. Vemos que aquí al lado hay un aparcamiento así que debe haber la posibilidad de subir en coche aunque tiene más encanto hacerlo a pie. Las vistas desde aquí son maravillosas con el acantilado Falaise d'Aval al fondo y todo el pueblo de Étretat a nuestros pies.
Seguimos andando y encontramos otro sendero de escalones que baja hasta el nivel del mar. Os aconsejo seguirlo por las bellas imágenes que hay pero se tiene que tener cuidado ya que algunos tramos son de escalones en la roca más irregulares.
Ahora nos vamos hacia Falaise d'Aval, el otro acantilado. Antes de empezar a subir por la escalera de acceso, vemos que hay unos Bunkers de la II Guerra Mundial que construyeron aquí para prevenir el desembarco de tropas aliadas. Hay paneles informativos donde podemos ver que estan formados por la zona del cañón, el puesto de observación unido por un túnel y la zona de ametralladoras.
Bunkers de Falaise d'Aval |
Subiendo por el camino que hay hasta arriba del acantilado nos vamos encontrando con varios miradores donde hacer alguna paradita y contemplar el impresionante paisaje. Al final se ha arreglado el día, hasta está saliendo el sol y empieza a hacer calor. Este acantilado tiene un gran arco natural de más de 70m de alto formado por la erosión del mar y del viento, justo detrás está el pico llamado Aiguille d'Étretat que llega a medir unos 50m. Si seguís andando por el sendero lo podréis ver por el otro lado.
Justo desde esta posición y mirando a la izquierda, nos encontramos con otro gran arco llamado Manneporte, también impresionante!. Seguimos el paseo hasta él para descubrir que hay detrás. continúa el acantilado blanco que destaca con el verde de la hierva y el azul del mar, una maravilla vamos. Sin lugar a dudas si venís a Normandía no os podéis perder este lugar.
Manneporte |
Hacemos el camino de vuelta hasta la playa y esta vez vamos por un sendero que pasa junto a un campo de golf. Vemos el pueblo de Étretat al fondo creando una imagen muy chula, solo faltan las vaquitas pastando por allí, jejeje
Ya estamos abajo y paseamos un poco por la playa aunque es complicado ya que en lugar de arena hay guijarros. Está prohibido coger estas piedras ya que son una protección natural que preserva al pueblo de inundaciones durante tempestades y limitan la erosión de los acantilados. Llevarse guijarros pone en peligro este litoral y está penado con una multa de 90€.
Ya es hora de comer así que buscamos un buen lugar donde cocinen los típicos moules frites que son mejillones con diferentes tipos de salsas a escoger y patatas fritas. Escogemos un restaurante que hay en el paseo marítimo, todo un lujo comer aquí con el acantilado al fondo, wauuu!. Nos pedimos los moules normande, una galette y sidra que nos sale por 28'30€.
Ya con las barrigas llenas nos damos un paseíto por el pueblo de Étretat, muy animado lleno de restaurantes con terracitas, tiendas y unas casas preciosas. Aquí vemos las típicas casas normandas de entramado de madera que parecen sacadas de un cuento.
Aquí podréis comprar la típica sidra en sus variedades brut o dulce y el Calvados que es un brandy de manzana típico de esta región normanda que lleva ese mismo nombre. Paseando por el pueblo vemos un trenecito turístico que lleva junto a la Capilla de Falaise d'Amont, es otra opción de subir para quien tenga algun problema de movilidad, si no lo tenéis... ir andando que hay que hacer ejercicio, jejeje.
Aquí finalizamos nuestra visita a Étretat, nos ha encantado!. Os la recomendamos 100%, es de visita obligada si estáis por el lugar. Volvemos a la zona de aparcamiento que ahora está llena de coches, si no queréis encontrar a mucha gente por todos sitios ni tener problemas de párquing ir pronto, disfrutaréis más ;-)
Volvemos a cruzar el Puente de Normandía y en unos 45 minutos estamos en Honfleur, un pueblo marítimo precioso en la desembocadura del Sena que será nuestra siguiente parada...
Sigue leyendo aquí la continuación del día 5: Honfleur.
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