martes, 19 de abril de 2016

Día 2 (2): Visita al campo de concentración Auschwitz II-Birkenau


Llegamos a Birkenau caminando desde Auschwitz I y por el camino ya empezamos a ver las vías del tren hacia la muerte... Birkenau fue más que un campo de concentración un campo de exterminio que se creó cuando Auschwitz I se quedó pequeño para los nazis que no daban a basto a matar a inocentes. El acceso a Birkenau es libre y nada más llegar impacta el edificio de entrada travesado por las vías...


Las personas llegaban al campo en tren que los dejaba en el interior del recinto y nada más bajar, los dividían en dos grupos, el de las mujeres y niños y el de los hombres. Los médicos hacían aquí mismo la selección de los fuertes y saludables de los enfermos, viejos y niños. Unos pocos "afortunados" eran destinados a trabajar como esclavos mientras que el resto, sobre un 75%, eran enviados sin más a la cámara de gas.


Una vez estamos dentro, nos damos cuenta de las enormes dimensiones del campo, casi 200 hectáreas de terreno donde ahora podemos ver grandes explanadas de caminos con cercados con alambre de púas y cercas electrificadas, barracones de madera para los presos, torres de vigilancia, edificaciones en ruinas,... 


Vamos caminando paralelos a las vías y allí nos encontramos con uno de los vagones que se utilizó para transportar a prisioneros hasta aquí y que a nosotros nos transporta hasta el pasado... Hace poco más de 70 años que el suelo que pisamos era el infierno pero realmente nos cuesta hacernos a la idea e imaginar lo que allí pasó, ese vagón nos ha acercado un poquito a ese pasado camuflado.


Llegamos al punto donde acaba la vía y enfrente vemos el Monumento a las víctimas de Auschwitz y Birkenau. Junto a él hay unas placas en el suelo en diferentes idiomas donde hay un escrito que refleja muy bien lo que es este sitio: "Para siempre sea este lugar un grito de desesperación y una advertencia a la humanidad, donde los nazis asesinaron a cerca de un millón y medio de hombres, mujeres y niños, en su mayoría judíos de varios países de Europa. Auschwitz-Birkenau 1940-1945".


Vamos hacia la derecha del monumento y allí nos encontramos con las ruinas de la cámara de gas y el crematorio III que fueron destruidos junto con los otros que había en el campo por las mismas SS al final de la guerra, cuando el ejército rojo soviético estaba a punto de aparecer y empezaron a eliminar las evidencias de las atrocidades que habían cometido. En noviembre de 1944 la instalación fue desmantelada y en enero de 1945 destruyeron con dinamita lo que quedaba.


Seguimos caminando y pasamos junto a unos edificios circulares, se trata de unas depuradoras de agua que tuvieron que construir por los planes de expansión de Auschwitz y el incremento constante de prisioneros en el campo llegando a alcanzar los 90.000!!!.


Pasamos junto al edificio de duchas donde eran enviados los prisioneros destinados a trabajos forzados, los desinfectaban y registraban con un número tatuado en sus brazos. Vemos también las ruinas de lo que fueron los edificios de la zona "Canadá", llamada así por la fama de riqueza de este país. Aquí era donde se clasificaban y almacenaban las pertenencias de los prisioneros, desde las maletas que les arrebataban nada más bajar del tren hasta lo que les quitaban una vez los sacaban de las cámaras de gas.


Llegamos ante las ruinas de crematorio y cámara de gas IV que fue destruida al ser incendiada por los prisioneros judíos que formaban los Sonderkommandos. Estos prisioneros estaban separados del resto y hacían el trabajo en las cámaras de gas y crematorios. En 1944 organizaron un levantamiento, con explosivos destruyeron buena parte de este edificio e intentaron escapar pero los 250 prisioneros que participaron fueron capturados y ejecutados siendo sustituidos por otros rápidamente.


Seguimos caminando y llegamos junto a un estanque donde vemos que hay unas flores y junto a él, hay una especie de lápidas escritas en diferentes idiomas en memoria de las víctimas del genocidio nazi que dicen que aquí descansan sus cenizas. Luego me ha informado que éste era uno de los lagos donde eran arrojadas las cenizas de las víctimas.


Por último, vemos los barracones de madera que se utilizaban para los prisioneros. Aquí las condiciones de vida eran inhumanas ya que no había ningun aislamiento contra el fuerte frío del invierno, se filtraba la lluvia y dentro había muchas más personas que las adecuadas para su capacidad, todo esto contribuía a que enfermaran y acabaran muriendo. 


Vamos de camino a la salida y me llama la atención un gato blanquito muy bonito que está quieto con las dos patitas delanteras juntas. Me acerco para decirle algo cuando de repente mete la cabeza entre las patas y saca de la tierra una rata enorme que agarra con la boca. Salgo de su lado despavorida y me voy bien lejos, aggggr!!!. Y... para que os cuento esto... pues pensando en ello después, me vino a la mente la idea que al igual que la zona del campo parece ahora apacible, soleada, con zonas verdes y árboles, en las entrañas de su tierra se esconde el horror que algunos humanos son capaces de provocar tanto en Auschwitz como en la actualidad en otros lugares.


Volvemos caminando hasta la zona del aparcamiento de Auschwitz I donde cogemos el autobús de vuelta a Cracovia. Compramos los billetes directamente al conductor, 14 zlotys (3'19€) cada uno, y tenemos casi hora y media para pensar tranquilamente en todo lo que hemos visto. Hay que saber muy bien que es Auschwitz, no tiene nada que ver con una visita turística, es un lugar tristemente histórico que quiere dar el mensaje a las generaciones futuras de que conociendo y comprendiendo el pasado se ha de evitar que nada de esto vuelva a suceder.


Ya de vuelta a la estación Krakóv Glówny buscamos un lugar donde hacer una comida rápida ya que dedicaremos la tarde a visitar la Mina de sal de Wieliczka, conocida como "la catedral subterránea de la sal de Polonia".

Sigue leyendo aquí nuestra visita a la Mina de sal de Wieliczka.



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